El antiguo cine Carlos III, ha sido remodelado, mejor dicho, reconstruido en su interior con una finalidad muy similar a la que tenía cuando era cine… permitir vivir experiencias y activar los sentidos de los que allí acuden, sólo que ahora, la experiencia es gastronómica y los sentidos son principalmente los del gusto, vista y olfato.
Cuando uno se adentra en PLATEA, lo primero que ve es una galería en la que los productos frescos tienen su protagonismo. Las mejores frutas y verduras y según nos vamos adentrando, las carnes frescas, chacinas y especias aportan sus aromas y colores. Por supuesto, otros productos gourmets como AOVE, encurtidos, quesos, merchandising y tienda de menaje para comprar y llevar a casa, se mezclan con los restaurantes que componen este espacio único.
En la planta principal, a pie de calle, encontramos la zona de Tapeo con la firma de tres grandes de la cocina española: La Batea, Castillo y A mordiscos de los chefs: Paco Roncero, Pepe Solla y Marcos Morán.
La Coctelería y zona de bebidas, va de la mano de otros dos grandes de la Capital: Diego Cabrera y Luca Anastasio.
Por supuesto, como en otros mercados gastronómicos, puedes “comprar” los productos y degustarlos en la misma sala, donde pronto estará toda la gama de vinos y destilados VERUM.
En la 1ª planta encontramos el restaurante “Arriba” con la firma y propuestas de otro reconocido por la guía Michelín como Ramón Freixá (2 estrellas). En éste restaurante con un precio medio “asequible” (sobre los 40€/comensal) suma a la oferta gastronómica, la espectacular disposición de las mesas. Han aprovechado el 1er anfiteatro y han dispuesto las mesas como si de “palcos” se tratara con vistas a la platea y escenario.
En la planta de abajo, la cocina internacional toma protagonismo con las propuestas de cocina mexicana a cargo de Alex de la Fuente (Besos de Sal). Rafa Sanchez, todo un maestro de la cocina Japonesa aporta su propuesta Shikku. La mejor versión de comida italiana a cargo de Ranieri Casalini con Fortino y Kinua, la propuesta peruana de Kiko Zeballos.
Con una inversión superior a los 60 millones de euros, queda claro que la gastronomía es un valor al alza y que en la filosofía de los grandes restauradores del país (puntero a nivel mundial), hemos pasado de “dar de comer” a las experiencias gastronómicas, vivencias llenas de aromas y sabores, donde la vista, no está sólo en el plato… tan solo hay que visitar Platea para comprobarlo.