Cultura y tradición en La Mancha de la mano de su presente y pasado vitivinícola

Las tradiciones, forman parte de la identidad del pueblo y sus habitantes, por eso, es importante conservarlas, igual que se conserva el patrimonio histórico.

En nuestra tierra, La Mancha, y los pueblos por donde hace siglos tuvo sus andanzas el Hidalgo caballero Don Quijote de La Mancha, hay una tradición arraigada en el tiempo y con un sentido especial para el sector vitícola: La festividad de San Antón (San Antonio Abad) y sus luminarias (hogueras).

El día anterior a la festividad del santo, el 16 de enero, desde primera hora de la mañana las calles se llenaban de montones de leña y los lugareños preparaban sus hogueras (luminarias). Hablamos de épocas en las que las calles eran de tierra. Ahora con el asfalto, está prohibido y los ayuntamientos habilitan espacios donde “plantar” los montones de leña para las hogueras.

A la caída de la noche, a partir de las 20:00 horas, la tradición manda que se enciendan las hogueras para que la familia y amigos se reúnan alrededor con comida y bebida en lo que se convierte en un momento de fiesta que traspasa la tradición religiosa que se prolonga durante la fría noche de invierno.

¿Qué tiene que ver esto con el vino?, esta tradición está arraigada principalmente en los pueblos de interior cuya economía, ha estado basada en la viticultura y agricultura en general.

San Antonio Abad, San Antón es el santo que protege los animales domésticos, entre los que estaba el ganado (cerdos, gallinas, ovejas) con los que se alimentaban y los animales de tiro como los caballos y en nuestra zona, especialmente las mulas, que eran las que se llevaban la parte más dura del trabajo en el campo.

Por eso, éste santo fue tan importante que la tradición y veneración ha llegado hasta nuestros días, en la que además de ser una fiesta para los animales (antaño, en éste día los animales que estaban destinados al trabajo, tenían descanso) lo era también para los amos, que también descansaban y preparaban la fiesta.

Hoy en día, además de las “luminarias” se ha instaurado una procesión en la que los animales, salen acompañados de sus amos en un pasacalles que tiene fin en la capilla donde descansa el santo y donde los animales son bendecidos por el sacerdote.

En estas procesiones, sobre todo encontramos perros, gatos, caballos y mulas, pero también se puede encontrar cualquier animal que pueda vivir en una casa, desde serpientes, pasando por conejos y hasta jabalís domesticados.

Deja una respuesta